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Captura accidental de aves marinas

"La captura accidental está considerada como una de las amenazas más importantes a las que se enfrentan los cetáceos y las aves marinas"

Se conoce como “bycatch” la captura accidental de especies no objetivos en las artes de pesca.

Estas pueden afectar y causar la muerte de una gran variedad de criaturas marinas, des de peces y cefalópodos, hasta depredadores superiores. De hecho, la captura accidental está considerada como una de las amenazas más importantes a las que se enfrentan los cetáceos y las aves marinas.

En el caso de estas últimas, toma especial importancia el palangre de superficie. Se trata de una técnica de pesca que consiste en atar una serie de anzuelos con un cebo a una línea de pesca, que se puede extender a lo largo de varios quilómetros incluyendo entre 2.000 y 5.000 anzuelos.

Estos anzuelos se mantienen a pocos metros de la superficie gracias a una serie de boyas, haciendo esta técnica óptima para pescar especies pelágicas, como atunes o pez espada.

Fig 1: Dibujo esquemático de un palangre de superficie | CC: Associacio Cetàcea

Como todos estos anzuelos llevan un cebo (normalmente un trozo de pescado o calamar) pueden atraer aves marinas en el momento de ser tirados al mar, ya que se quedan flotando un rato a relativa poca profundidad. Diferentes estudios muestran evidencias de que esta técnica ha causado una importante captura accidental de especies como la pardela cenicienta (Calonectris diomedea) en el Mediterráneo, y especialmente en aguas españolas. Con la intención de reducir la captura accidental de aves con este tipo de pesca, distintos organismos han sugerido medidas concretas que afectan a la metodología de trabajo. Estas medidas pasan por calar el palangre en horas sin luz, el uso de líneas espanta aves, el uso de hilos más densos y que se hundan más rápido o el calado directamente dentro del agua. Las dos primeras han quedado recogidas en la orden AAA/658/2014, de 22 de abril, por la cual se regula la pesca con el arte del palangre de superficie para la captura de especies altamente migratorias.

En el marco de una de las salidas de muestreo que de nuestro proyecto Foto-Identificació: Balenes i dofins al litoral català, ya de vuelta al puerto del Garraf nos encontramos una pardela cenicienta flotando con una postura extraña. Al acercarnos al animal vimos que tenia una línea de palangre rodeándola. Viendo que no podía volar debido a la línea, decidimos tirarnos al agua para liberarla del palangre. Una vez tuvimos el animal a bordo, la veterinaria de la asociación hizo una primera exploración y viendo que el animal no tenia nada mas que una herida superficial en el muslo, decidimos devolverla al agua, donde emprendió el vuelo sin problemas.

Una vez liberada la pardela, observamos que varias boyas del palangre se extendían a lo varios quilómetros a lo largo de la costa y que habían atraído a bastantes aves marines que flotaban cerca. Revisando la zona más cercana, pudimos observar que había más aves que parecían atrapadas. De echo, a lo largo de dos quilómetros de palangre encontramos tres gaviotas de Audouin (Larus audouinii) y una pardela balear (Puffinus mauretanicus). Como se puede ver en el mapa, el palangre se encontraba en una Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA). Todos estas aves tenían un anzuelo enganchado en el pico, o se lo habían tragado. Después de ser trasladadas a un centro de recuperación, las gaviotas de Audouin pudieron ser liberadas, pero la pardela balear acabo muriendo.

Estas dos especies de aves están consideradas como vulnerables y en peligro de extinción según la Unión Internacional por la Conservación de la Naturaleza (UICN). Unos días más tarde, nos encontramos una pardela cenicienta muerta a consecuencia de haberse tragado un anzuelo de palangre.

Cabe recordar que las aguas situadas delante del Garraf han sido designadas como zonas ZEPA por su importancia en la alimentación de las aves marinas. En los estadios preliminares del proyecto Plomes al Mar, en el que estudiamos a las aves marinas que frecuentan estas zonas ZEPA, hemos podido contabilizar hasta 15 especies de aves marinas distintas en esta zona.

Consideramos muy preocupante esta captura accidental de aves en un palangre de superficie calado en una zona ZEPA. Si bien es cierto que la normativa no prohíbe calar este tipo de arte de pesca en estas áreas de la Red Natura 2000, sí que regula las horas en las que pueden ser caladas, especificando que deben calarse en horas sin luz. Aquel día pudimos observar una embarcación de palangre de superficie trabajando en la zona, echo que nos hace sospechar que el palangre fue calado en horas diurnas, aumentando el riesgo de atracción de aves y de que estas quedasen atrapadas. Pese a haber podido certificar la afectación de 5 animales y pese a que no se puede hacer una extrapolación directa a la totalidad de la línea de palangre, es muy probable que la actividad pesquera llevada a cabo aquel día afectase a un número superior de aves. 

"Las muertes por captura accidental de aves en época de cría, pueden tener efectos negativos más importantes a nivel poblacional."

Además, las muertes por captura accidental de aves en época de cria, como fue el caso de la pardela balear, pueden tener efectos negativos más importantes a nivel poblacional. Este echo toma especial relevancia cuando afecta a especies como la pardela balear, seguramente el ave más amenazada de Europa.

Pese a que somos conscientes que cada vez se esta trabajando para que las actividades pesqueras sean mas respetuosas con el medio ambiente y con los ecosistemas marinos, también consideramos que es importante denunciar todas aquellas actuaciones que no van en esta línea y que como ha quedado demostrado en este caso, pueden tener un impacto muy negativo para las especies y ecosistemas marinos. Somos conscientes que es absolutamente necesario trabajar conjuntamente con el sector pesquero para mitigar su impacto sobre los ecosistemas. 

Es por esto que es de especial importancia el echo de denunciar todas aquellas practicas o actividades (aunque sean puntuales) que no se llevan a cabo siguiendo las normativas vigentes y especialmente cuando ponen en riesgo la conservación de especies y ecosistemas marinos. Estas normativas dan a las Administraciones Públicas un marco jurídico y legal sobre el que poder actuar cuando se vulneren. Así pues, recae en la administración velar para que se cumplan y actuar para que las actividades puntuales no pongan en el punto de mira a todo un sector, ni en riesgo a especies y ecosistemas marinos.